2008/10/01

Sentimientos ambivalentes ante una crisis largamente esperada

Ya está aquí, todas las alarmas han sonado, ¡llega la crisis! se destruye el empleo, disminuye la liquidez, los bancos no prestan, los rentistas desconfían, el petróleo se contiene (intuyo que por no mucho tiempo), y la economía oficial, la única -parecía hasta ahora- busca salidas "ortodoxas" que minimicen los efectos... para que ¡todo siga igual! aunque ya nada vaya a ser igual.
Se oyen voces, pocas todavía, que indican el carácter estructural de la crisis (los más prefieren-sólo pueden hablar de ajustes coyunturales...
Y uno en su ignorancia, bienintencionada sí, se alegra por la oportunidad que la crisis supone para subvertir el "orden" económico global: ése del dominio del mercado, el todo vale para obtener beneficios, el expolio de Africa, los proteccionismos ventajistas, la masacre ambiental... y todo eso que si alguien lee todavía este mensaje ya conoce...
Crisis, oportunidad para cambiar la perspectiva del desarrollo, economía de abrazos, decrecimiento sostenible, transporte sostenible, alto al imperio del ladrillo, soberania alimentaria, glocalización...
Quienes han consentido y animado esta situación amenazan: si no actuamos (en su línea, claro), cada día estaremos peor y vamos hacia el desastre (Bush). Actuar toca, pues, tiempo de sembrar decrecimiento para desarrollarnos todos y todas.
¿Y en Navarra? Viviendas vacías, crisis inmobiliaria, amenazan con nuevas urbanizaciones, mucho jardín, mucha farola,mucho chalé, mucha insostenibilidad, eso sí, todo muy sostenible.
Economía del conocimiento... pero seguimos aferrados a la industria de la automoción.
¿Y si está llegando el momento del decrecimiento actuante? ¿Y si se nos pasa?
Pues eso.

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